Los y las trabajadoras, desde Junio, desarrollan un plan de lucha con ocupación pacífica del molino por salarios y aguinaldos adeudados desde mediados del año pasado y por el fraudulento concurso preventivo de crisis que tiene como finalidad dejar a 150 familias sin su fuente laboral de sustento. La ofensiva patronal, apoyada por el gremio (que abandonó el justo reclamo obrero), el poder político y el poder judicial, pretendió coronar con 2 mega operativos de desalojo en menos de una semana.

La jornada de ayer comenzó con un corte de puente centenario y marcha hasta Colón y General Paz con apoyo de organizaciones sociales y políticas. La acción logró romper el cerco mediático que había comenzado a agrietarse con el apoyo días atrás de la Madre de todas las luchas, la enorme Norita Cortiñas.

Con la movilización de ayer, el conflicto logró cobertura de los medios más importantes de la provincia y de algunos medios nacionales.

Lógicamente, la enorme preocupación que este salto en visibilización despertó en la patronal y las autoridades políticas y judiciales motivó un nuevo mega operativo con división canes, infantería, policía montada y grupos especiales como el ETER, que tras la mateada de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos cercaron el perímetro con más de 300 efectivos. La enorme solidaridad por fuera del molino y la heroica resistencia de los trabajadores y la Comisión de Mujeres que se plantaron en la terraza del molino (de más de 80 mts de altura) quebró la decisión represiva y levantó el desalojo.

Hoy la policía ha robustecido las vallas y la presencia policial en los accesos al molino. Pero esa no es más que la respuesta airada a la heroica Comisión de Mujeres y trabajadoras de Minetti, que son quienes han robustecido su marco de apoyo y han incrementado enormemente sus reservas morales para llevar esta lucha hasta la victoria.

AMPLIAR EL TABLERO

Las organizaciones sociales tenemos una enorme responsabilidad en este conflicto. Los y las cooperativistas, los y las trabajadoras precarizadas, subocupadas, desocupadas, trabajadoras de la economía popular, desplegamos nuestro enorme caudal de energía y fuerza organizada dentro de los márgenes del tablero pensado por el estado y sus gobiernos: las reglas del juego impuestas implican que siempre tengamos que mantenernos luchando por los recursos más básicos para la subsistencia: el trabajo, el alimento, el abrigo, el techo… Por supuesto que no descansaremos hasta cubrir lo que es un piso básico de derechos vitales y que el Estado debe garantizar, pero siempre con la convicción de que en el contexto general de crisis económica y social cada avance patronal nos golpea a todos y todas con la misma fuerza. La unidad de trabajadores ocupadxs y desocupadxs no será una obra solamente superestructural de la sindicalización de los movimientos sociales, será también y ante todo una apuesta a la unidad en concreto en cada lucha por el avance en conjunto de nuestra clase hacia un gobierno obrero y popular.

Noticia en desarrollo.