Crisis económica
El ajuste es violencia patriarcal
Las organizaciones sociales que movilizaron ayer en el obelisco denunciaron mediante un pasacalle, que la crisis económica afecta especialmente a mujeres y disidencias.
En la jornada de movilizaciones que realizaron ayer distintos movimientos sociales, se pudo ver un pasacalle enorme y muy distintivo que decía: “el ajuste es violencia patriarcal”. De esta manera, además de reclamar aumento salarial y puestos de trabajo, pusieron en evidencia cómo la crisis económica afecta particularmente a las mujeres y disidencias.
La iniciativa surge a partir de que las compañeras que integran las distintas organizaciones comenzaron a juntarse para hacer visibles sus reclamos en el marco de los planes de lucha que se impulsan desde el sector.
De esta manera, las compañeras comenzaron a ocupar espacios que históricamente fueron ocupados por varones. De a poco y con mucho trabajo impulsan discusiones de género dentro de sus propios espacios y empiezan a incluir puntos reivindicativos para las identidades feminizadas dentro de los petitorios de reclamo.
Es que si bien la crisis económica y social afecta a toda la clase trabajadora, las mujeres y disidencias son uno de los sectores más afectados por la pobreza, la desocupación, los trabajos precarios y también el abandono y la desidia estatal para abordar situaciones de violencia de género.
Un ejemplo de ello es el presupuesto anual destinado al Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), encargado de aplicar la Ley de Protección Integral para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia hacia las Mujeres. Durante 2019, se destinaron 234,3 millones de pesos, lo que equivale a $11,36 por mujer y además un recorte del 18% respecto al año pasado. Es con esta minúscula suma que el gobierno busca garantizar los derechos de las mujeres a una vida libre de violencias, y que tiene como resultado 110 víctimas de femicidio en lo que va del año.
Ya que las políticas públicas para erradicar la violencia de género de este gobierno son mínimas o nulas, las militantes del FOL organizan y participan de espacios de contención y de acompañamiento para salir de situaciones de violencia física, económica o psicológica. Además, viajan todos los años a los Encuentros Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, y No-Binaries en donde se encuentran dentro Trans-Tortas de Barrio, el espacio de disidencias del FOL.
Otra de las consecuencias del ajuste que afecta a las mujeres es la desocupación, subocupación y la histórica relegación de estas a las tareas del hogar. Según el Indec, del total de los y las desocupadas, el 52,4% son mujeres menores a 29 años, quienes generalmente se ven expuestas a conseguir trabajos precarizados o no registrados como es en la mayoría de los casos, el trabajo en casas particulares. Además, la profunda brecha de género en cuanto a las tareas domésticas facilita que sean quienes dedican al menos 20 horas más al hogar que los hombres.
En cuanto al colectivo LGBT+, son quienes además de sufrir el ajuste también sufren diariamente a la violencia patriarcal en otros ámbitos. Uno de los reclamos históricos es la implementación del cupo laboral travesti-trans que aún no ha sido reglamentado, combatir la lesbofobia ,que lleva a que condenas como la de Mariana Gomez sean posibles, acabar con la violencia institucional y represión hacia el sector, y que el gobierno garantice nuevamente medicamentos para el VIH-SIDA para 15.000 personas que no pueden acceder a ellos.